-
Análisis para confirmar la autenticidad o falsedad de una firma
La diferencia principal para determinar la autenticidad o no de una firma es si se mantienen las características propias individuales que la definen e identifican a su autor, exentas de modificaciones voluntarias o involuntarias, esto es, que sea original y autógrafa. Todo ello se podrá destacar a través de un estudio comparativo entre las firmas dubitadas e indubitadas evidenciando los detalles que las asemejan o diferencian.
-
Datación temporal de firmas o estudios grafo-evolutivos
Se trataría de establecer un periodo cronológico en el que fue escrito o firmado un documento, para ello observamos la evolución de la firma y sus grafismos, los rasgos tipo o reflejos spico-somáticos de alguna etapa de esa persona, (evidentemente no es lo mismo la escritura de una persona de de ochenta años que una de cuarenta).
Para este tipo de informes es necesario un amplio material de firmas indubitadas sin demasiada diferencia cronológica entre ellas, para compararlas y situarlas en una línea temporal según su semejanza con las indubitadas. -
Identificación del autor de una firma falsa
Se trata de determinar el autor de una firma falsa cuando ésta haya sido elaborada por reproducción de la grafía, no las realizadas por medios mecánicos, electrónicos o informáticos, son las que se elaboran de puño y letra y que pueden resultar identificables en algunos gestos tipo con las propias del autor, que aun actuando conscientemente para no destacar dichos matices, éstos pueden revelarse por no poder captar todos los aspectos que se estudian en una firma.
-
Abusos de firma en blanco
Por muy extraño que parezca hay muchas personas que por el puesto que ocupan en su trabajo o por el escaso tiempo del que disponen o simplemente por desconocimiento realizan firmas en folios blancos, este tipo de documentos se elaboran con la confianza de que van a ser utilizados para el fin creado y no se plantean que el texto que se incorpore posteriormente vaya a serles perjudicial.
Por ello, cuando se encuentran ante un documento que no reconocen o no recuerdan haberlo visto antes, reaccionan negando haberlo firmado, pero eso no es así, ya que el documento dispone de la firma autógrafa, es decir, la firma si es suya pero el documento ha sido redactado con posterioridad o alterando el ya existente.
Por lo tanto debe tener especial cuidado el abogado en la forma de plantear la pericial en sala, ya que, si solicitase un cotejo de firmas, la firma daría como resultado que es de su cliente lo que llevaría al Juez a tomar una decisión contradictoria a los intereses del mismo y posiblemente la imposición de las costas.
La manera para determinar si el documento ha sido firmado antes o después de la redacción es analizar los cruzamientos que se den entre el texto impreso, o algún tampón o sello y la firma y así poder concluir que rasgo es el que se elaboró con posterioridad.
-
Abusos de firma mediante la habilitación de espacios
Otro abuso que se da en los documentos es redactar más texto del inicial, esto es, del que previamente se firmó, pudiendo haberse incorporado en los espacios en blanco que se dan en el mismo. El hueco o intervalo más utilizado para esta técnica es el dejado en blanco entre la última línea del texto del documento y la firma. No obstante, puede ser por habilitación de espacios en blanco tanto del anverso como del reverso, no aprovechándose únicamente el sector en blanco del lado donde se encuentra trazada la firma sino también el reverso de ésta.
Pudiendo inclusive, una vez redactado el texto falso por ambas caras del documento, que se transforme en el anverso, el que era el reverso, finalizando donde se encuentra la firma. Este tipo de abuso se puede caracterizar por los siguientes detalles por ambas caras:
- Dimensión inusual o anormal del papel.
- Borde superior por lo general mal cortado.
- Suele haber residuos de tinta en el borde superior.
- Texto cercano a éste.
- Interlineado reducido al mínimo.
- El texto no respeta los márgenes.
- El texto puede montar la firma.

